Equipamiento de la iglesia

La piedra bautismal proviene de la antigua iglesia de la calle Moyá que fue donada en 1910, el vigesimoquinto aniversario de la parroquia, por las mujeres. Así lo testifica la inscripción en el borde de la piedra.

 

La biblia del altar fue donada en 1886 por el príncipe Guillermo de Prusia. Las iglesias alemanas en el extranjero normalmente estaban iglesias unidas y pertenecían a la antigua unión prusiana, cuyo jefe era el rey de Prusia. La unión de la iglesia fue una fusión de las iglesias reformadas y las luteranas. Nuestra parroquia también pertenece a esta unión como la mayoría de iglesias protestantes en Alemania. 

 

La gran cruz dorada de la pared, el altar y el púlpito de caliza de conchas desde el inicio formaban parte del proyecto de Otto Bartning. Están construidos a escala con la nave.

 

Los bancos sencillos de madera oscura y las tablas de anuncio para las canciones fueron traídos desde la antigua iglesia de la calle Moyá por razones de economía.

 

La cruz del altar y los cuatro candelabros de bronce con un brillo dorado (son un símbolo de Cristo y los cuatro evangelistas) dan al presbiterio un ambiente de esplendor ceremonioso. Fueron donados por los padres de la artista Eva Moshack al inicio de los años sesenta.

 

Gracias al legado de un miembro de la parroquia podían ser adquiridos al mismo tiempo los “Vasa sacra”, o sea, el cáliz, la jarra, la patena y la caja. Son de un taller de platería de Alemania.

 

El precioso órgano está aquí desde el año 1963. Fue construido por Detlef Kleuker en estilo neobarroco para esta iglesia y el en año 2009 se le sometió a una restauración importante realizada por Gerhard Grenzing, S.A. 

 

Un comentário de nuestra organista Izumi Kando:

La música nos hace más religiosos. Y esto es sumadamente claro. La música que se practica en los templos nos eleva hacia la contemplación de lo celestial (Prólogo de Siete Libros sobre la Música de Francisco Salinas 1577).

La música une a los seres humanos con Dios. Lleva hacia perfección y armonía en una unión mística. También Fray Luis de León (1527-1591) inspiró los siguientes poemas cuando tocaba el gran maestro Francisco Salinas:

 

El aire se serena y viste de hermosura y luz no usada

Salinas, cuando suena la música extremada

Por vuestra sabia mano gobernada

A cuyo son divino el alma... (Oda a F. Salinas).

 

La liturgia y la música de órgano son muy importantes para la iglesia luterana. Cada culto tiene que fortalecer con alegría la fe y la inspiración con las palabras o textos de la Biblia mediante la música. A parte de en los cultos, en nuestra iglesia el órgano suena siempre en las celebraciones como funerales, bautizos, bodas, etc... Y naturalmente con nuestro coro ecuménico “Jubilate” en las grandes celebraciones. Además a parte de los conciertos del órgano solo,  realizamos  conciertos con  orquesta, instrumentistas y cantantes.

 

El órgano tiene dos teclados y pedal. Todavía quedan en él muchos materiales de la época de la primera construcción. No obstante, es necesario decir que aun será necesario en el futuro realizar más trabajos de restauración.

La disposición de este órgano es la siguiente:

 

HW (C1-G5):
Koppelflöte 8 Prinzipal 4’ Blockflöte 2’ Sesquialtera 2-fach Mixtur 5-fach Tremolo.

BW (C1-G5):
Gedackt 8’ Rohrflöte 4’ Prinzipal 2’ Quinte 1 1/3’-Zimbaloktave1’1’.

Pedal (C1-F3):
Pommer 16’ (C1-A1, von Grenzing S.A ) Gemshorn 8’ Choralbass 4’

Trompete 8.

HW/P, BW/P, BW/HW.

Cómo llegaron los vitrales

En 1957, quince años después de la construcción de nuestra iglesia, los vitrales ya estaban en mal estado. Todos eran sencillos y sin adornos; excepto uno que llevaba la imagen de la Cruz de Hierro. Lo habían trasladado de la iglesia antigua y recordaba los caídos de la Primera Guerra Mundial. Pero este vitral no debía estorbar el proyecto de los nuevos vitrales.

 

Así la parroquia reflexionaba sobre cómo debían ser los nuevos. Para no contradecir a la concepción del interior de la iglesia y de su arquitectura, se consultó a su arquitecto, el catedrático Otto Bartning de Darmstadt. Gracias a él, se entró en contacto con el reconocido pintor Will Sohl de Heidelberg, quien ya había diseñado en varias ocasiones murales y vitrales para iglesias.

 

Hizo el proyecto de siete vitrales sobre temas del Nuevo Testamento. Fueron diseñados basados en la idea de la figuración abstracta, también en el sentido de una biblia pauperum. El contenido debía poder ser “leído”, o sea entendido, por los fieles sentados en los bancos de la iglesia.

 

El proyecto fue muy aplaudido en la junta parroquial y se decidió su realización que fue llevada a cabo por la empresa de vidrios y plomo Robert Münch de Groß-Umstadt.

 

Cada vitral consta de tres partes. Esto era necesario para facilitar el transporte desde Alemania y su colocación.

 

El proyecto, su realización, el transporte y la colocación costaron unas 180.000 pesetas, pagados a través de donaciones de los miembros de la parroquia.

 

Descripción de los vitrales

El número de las aberturas de los vitrales (en un lado del nave tres, en el otro cuatro) determinaba el contenido temático. El artista Sohl y el arquitecto Bartning propusieron dedicar los vitrales a la derecha al tema “Iglesia” y los cuatro del otro lado, con los símbolos de los evangelistas.

 

A la parte derecha (visto desde el altar) vemos la pesca simbolizado por tres peces alegres y traviesos. En el del centro se ve la mano de Dios que manda la paloma a la tierra como símbolo del Espíritu Santo. En el tercero vemos a Cristo como Cordero de Dios. Este lado por consiguiente está dedicado a la Trinidad y simboliza el encargo de ser pescadores de hombres.

 

A la izquierda (visto desde el altar) vemos al ángel como símbolo del evangelista Mateo. En el segundo el león, símbolo para el evangelista Marco. En el tercer, el toro como símbolo del Evangelista Lucas y finalmente, en el vitral de la galería, el águila, símbolo del evangelista Juan.

 

Quién mira con atención se da cuenta de cómo la luz del sol, siguiendo el círculo del día, entra primero a través de los vitrales de la derecha, y finaliza atravesando los vitrales de la izquierda.

 

Estos vitrales dan a nuestra iglesia un ambiente solemne que invita a la oración.